jueves, 12 de junio de 2014

El poeta expatriado, ¿hasta cuando lo sigue siendo (Aníbal Cristobo como disparador)?

Aníbal Cristobo
(Lanús, Pcia. de Buenos Aires, 1971. En Río de Janeiro del '96 al 2001, en Barcelona desde 2002)
Aníbal Cristobo tiene dos blogs: Kriller 71 (desde 2009) y Guineu (desde 2013). Guineu son poemas por entregas, un libro coral cuyo foco alterna entre diversos personajes. Kriller 71, menos actualizado ahora (la editorial homónima es actualmente el proyecto principal de Cristobo) tiene la característica de concentrar a producción escrita del autor, al menos hasta el comienzo del blog. Tres libros editados (incluyendo los escritos en Brasil), pero también traducciones y otros proyectos encarados como ejercicios de escritura (además de otra plétora de textos que no son de él y que tal vez simplemente le gustan, y que como tales conforman el contexto de su identidad como escritor).

Ahora, ustedes dirán: "¡Eh, momento! Por más que haya vivido y escrito en Brasil, el caballero ese vive en Barcelona. Y por más que el catalán sea el idioma oficial la ciudad sigue un centro importantísimo de la edición en castellano!".

Por supuesto.
Pero ahí se plantea la cuestión de las experiencias formadoras. Quien vive en un país en el que se habla otra lengua que la propia no escribe igual a como lo hacía antes de salir de su país. ¿YA no escribe? Y sí, ya no escribe así. Aún cuando vuelva, no volverá el escritor que era. Por supuesto, tampoco será el que era  antes de volver. Lo que sucede es que la experiencia de escribir en un país de otra lengua desnaturaliza la relación con la propia habla, permite objetivarla, verla de afuera como un objeto de estudio. En el caso particular de Cristobo, si bien vive en un lugar donde (también) se habla castellano, el contacto constante con otra lengua (la oficial regional) impide caer en una naturalización la lengua que se emplea.

Y sucede, también, que las esencias no existen, y la identidad tampoco, pero ésta última es una ficción que nos constituye, y como tal se nutre lo que somos, que nunca puede ser otra cosa que lo que vamos siendo (y adónde). Y sí, la de "escritor expatriado en un país de otra lengua" no es más que una circunstancia (temporaria o no) en la identidad de un escritor. Pero esa identidad no es otra cosa que eso: circunstancias. Y su obra, por supuesto. Que es lo que importa. así que vaya y lea.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimos los enlaces. Gracias por la presentación del chabón.
Ahí fui a chusmiar.
Me dejó pensando: nunca se es un poeta expatriado. Siguiendo la distinción saussuriana, si su patria "es la lengua española", no hay manera de expatriarse de ella. Usté se ha expatriado solo del habla.
Si...lo sé. Estoy insoportable.
Disculpe.
Abrazo

Comandante Cansado dijo...

¡Jaaaa! ¡Atrapado en mi propio juego! Touché. Por supuesto, tiene razón. Pero mire que le tiro por la cabeza la responsabilidad de encontrarme un término adecuado, eh, je. Un abrazo.

Anónimo dijo...


Una opción es cargarse a Ferdinand (¿murió?) Bueno... tonce...

¿Mi patria es el habla española?

Lo mejor será borrar mis comentarios y ponerme en la lista negra de trolls por hinchapelotas.

Abrazo
PD: ¡Muy bueno Aníbal Cristobo!

LC dijo...

Estoy de acuerdo con que hay un extrañamiento, pero no porque se hable catalán, sino porque la variante dialectal no es la misma! Yo creo que cualquier hispanohablante (y con mas razón un rioplatense) ha experimentado esa sensación de no estar hablando la misma lengua, porque en realidad la lengua es el habla, y no la lengua! ;-) no sé si dije lo mismo que el comentario mas arriba pero me parece que va por ese lado...

Comandante Cansado dijo...

Hola, LC. Claro, lo que pasa es que un país de la misma lengua el poeta expatriado sigue en el mismo campo cultural. Saludos.